¿No puedes dormir? -le preguntó, de repente, Pau-. "¿Te estás bebiendo a solas el alma porque los dioses no están de su parte?"
-Sí, era un auténtico gilipollas. No sé qué vi en él.
-No viste nada. Sólo estabas sola.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario