" Cuando leí en un ensayo el dicho "El hábito hace al
monje", me sentí intrigada y pensé en una verdad secular. Aparentemente,
estaba conforme con su significado, pero por otro lado no estaba tan
segura de ello. ¿Realmente es cierto que el hábito monacal hace al
monje? Recuerdo que en la escuela primaria el camarada profesor nos
familiarizó con las diversas prendas y cuál de ellas era adecuada para
cada ocasión. Decididamente, en muchas ocasiones esto es así, siendo
fácil discernir por ello quién ejerce el oficio de cartero, funcionario,
médico o técnico, al punto de someterse gradualmente a esta
"esclavitud". De forma y manera que un uniforme, unos vaqueros viejos o
incluso un delantal conformaran mi atuendo conforme a la naturaleza de
la situación. Ahora mismo llevo una inmaculada camisa blanca y un
pantalón acorde a lo que se espera de una empleada.
Desde joven me acostumbré a vestirme según acudiera al teatro o a una reunión de amigos y pensaba que realmente así había de ser. En el Teatro de Praga todo el mundo sabía quién es quién. Los visitantes que llegaban de las zonas rurales en el mejor de los casos hacían acopio de una pulcra camisa y unos rústicos vaqueros. En tiempos más recientes estas personas fueron invitadas a dejar el teatro y no se atreverían a intentar entrar en este espacio cultural. ¡Esto le sorprendería tanto al Sr. Jarkovsky! A pesar de mi edad, observo que todavía peco de ingenua y me siento presa del prejuicio de que "El hábito hace al monje".
Desde joven me acostumbré a vestirme según acudiera al teatro o a una reunión de amigos y pensaba que realmente así había de ser. En el Teatro de Praga todo el mundo sabía quién es quién. Los visitantes que llegaban de las zonas rurales en el mejor de los casos hacían acopio de una pulcra camisa y unos rústicos vaqueros. En tiempos más recientes estas personas fueron invitadas a dejar el teatro y no se atreverían a intentar entrar en este espacio cultural. ¡Esto le sorprendería tanto al Sr. Jarkovsky! A pesar de mi edad, observo que todavía peco de ingenua y me siento presa del prejuicio de que "El hábito hace al monje".
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