Es cierto que la gente, en el mundo occidental, decide más sobre su futuro, está menos sujeta a la tradición y menos sujeta a las limitaciones de su origen que antes, pero esa autonomía, esa libertad, ¿es cierta o sólo una ilusión? ¿para qué se usa? ¿Se usa para hacer visible el actual fervor exhibicionista en las redes sociales? ¿Se usa para practicar un consumismo sin medida?
Parece creíble afirmar que la sociedad occidental ha alcanzado un grado suficiente de bienestar material como para conceder a la mayoría de sus ciudadanos la capacidad de elegir su plan de vida, pero ¿qué hacemos con ese tiempo? Desconcertantemente, parece que es más importante, no ya practicar deporte, asistir a actos culturales, leer ciencia o humanidades, filosofar o edificar nuestro intelecto, sino hacer el respectivo selfie y publicarlo en internet; parece que si no se publica, si no se comparte, no cuenta, no tiene importancia, lo que me lleva otra vez al imperante fervor exhibicionista.
¿Es posible ser totalmente libre en un mundo social? ¿Cuánto de lo que hacemos realmente es porque lo queremos realmente y cuánto nos lo impone la sociedad, tanto mediante la publicidad (véanse los estilos de vida que se dan en las series de televisión, en las canciones, "es lo que hace todo el mundo", etc) como mediante la presión familiar, ?
¿Nuestros deseos adoptan formas particulares según cuál sea la sociedad y el momento que nos tocan en suerte? ¿Es por tanto, el conflicto entre la conciencia individual y las estructuras sociales inevitable?
Quizás, vivamos donde vivamos y vivamos como vivamos, habría que hacerse estas preguntas cada poco tiempo; ¿Lo que quiero es un deseo propio o he hecho mío el deseo que me han vendido? ¿qué quiero realmente?
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