"Una vez, cuando era un niño inocente, creyó que la inteligencia, creyó que la inteligencia era el único criterio importante, que mientras fuera lo bastante listo podría conseguir cualquier cosa que deseara. Ir a la universidad le puso en su sitio. La universidad se enfrenta a la vida real, donde ni siquiera hay exámenes en los que apoyarse. Por lo visto, en la vida real lo único que sabe hacer bien es sentirse deprimido. En el sufrimiento sigue siendo el mejor de la clase. La cantidad de miserias que es capaz de atraer y mantener parece no tener límite. Incluso mientras camina lenta psadamente por las frías calles de esta ciudad extraña, sin rumbo, andando solo para cansarse y que así cuando regresa a su cuarto al menos pueda dormir, no siente en su interior la menor disposición a romper el peso del sufrimiento. El sufrimiento es su elementos. Se siente en casa en el sufrimiento, como pez en el agua. Si abolieran el sufrimiento, no sabría qué hacer con su vida.
La felicidad, se dice, no enseña nada. El sufrimiento, por otra parte, te curte para el futuro. El sufrimiento es la escuela del alma."
"No le gustan las malas noticias. En particular, no le gustan las malas noticias sobre él. Ya soy lo bastante duro conmigo mismo, se dice; no necesito la ayuda de los demás. Es una sofistería en la que se apoya de vez en cuando para acallar las críticas: aprendió su utilidad cuando Jacqueline, desde la perspectiva de una mujer de treinta años, le dijo lo que pensaba de él como amante. Ahora, en cuanto una relación empieza a perder fuelle, se retira. Detesta las escenas, los estallidos de mal humor, las verdades desagradables, y hace todo lo que está en su mano para evitarlos."
miércoles, 30 de noviembre de 2011
martes, 29 de noviembre de 2011
Lope de Vega. A mis soledades voy.
A mis soledades voy,
de mis soledades vengo,
porque para andar conmigo
me bastan mis pensamientos.
¡No sé qué tiene la aldea
donde vivo y donde muero,
que con venir de mí mismo
no puedo venir más lejos!
Ni estoy bien ni mal conmigo;
mas dice mi entendimiento
que un hombre que todo es alma
está cautivo en su cuerpo.
Entiendo lo que me basta,
y solamente no entiendo
cómo se sufre a sí mismo
un ignorante soberbio.
De cuantas cosas me cansan,
fácilmente me defiendo;
pero no puedo guardarme
de los peligros de un necio.
El dirá que yo lo soy,
pero con falso argumento,
que humildad y necedad
no caben en un sujeto.
La diferencia conozco,
porque en él y en mí contemplo,
su locura en su arrogancia,
mi humildad en su desprecio.
O sabe naturaleza
más que supo en otro tiempo,
o tantos que nacen sabios
es porque lo dicen ellos.
Sólo sé que no sé nada,
dijo un filósofo, haciendo
la cuenta con su humildad,
adonde lo más es menos.
No me precio de entendido,
de desdichado me precio,
que los que no son dichosos,
¿cómo pueden ser discretos?
No puede durar el mundo,
porque dicen, y lo creo,
que suena a vidrio quebrado
y que ha de romperse presto.
Señales son del juicio
ver que todos le perdemos,
unos por carta de má
sotros por cartas de menos.
Dijeron que antiguamente
se fue la verdad al cielo;
tal la pusieron los hombres
que desde entonces no ha vuelto.
En dos edades vivimos
los propios y los ajenos:
la de plata los extraños
y la de cobre los nuestros.
¿A quién no dará cuidado,
si es español verdadero,
ver los hombres a lo antiguo
y el valor a lo moderno?
Dijo Dios que comería
su pan el hombre primero
con el sudor de su cara
por quebrar su mandamiento,
y algunos inobediente
sa la vergüenza y al miedo,
con las prendas de su honor
han trocado los efectos.
Virtud y filosofía
peregrina como ciegos;
el uno se lleva al otro,
llorando van y pidiendo.
Dos polos tiene la tierra,
universal movimiento;
la mejor vida el favor,
la mejor sangre el dinero.
Oigo tañer las campanas,
y no me espanto, aunque puedo,
que en lugar de tantas cruces
haya tantos hombres muertos.
Mirando estoy los sepulcros
cuyos mármoles eternos
están diciendo sin lengua
que no lo fueron sus dueños.
¡Oh, bien haya quien los hizo,
porque solamente en ellos
de los poderosos grandes
se vengaron los pequeños!
Fea pintan a la envidia,
yo confieso que la tengo
de unos hombres que no saben
quién vive pared en medio.
Sin libros y sin papeles,
sin tratos, cuentas ni cuentos,
cuando quieren escribir
piden prestado el tintero.
Sin ser pobres ni ser ricos,
tienen chimenea y huerto;
no los despiertan cuidados,
ni pretensiones, ni pleitos.
Ni murmuraron del grande,
ni ofendieron al pequeño;
nunca, como yo, afirmaron
parabién, ni pascua dieron.
Con esta envidia que digo
y lo que paso en silencio,
a mis soledades voy,
de mis soledades vengo.
de mis soledades vengo,
porque para andar conmigo
me bastan mis pensamientos.
¡No sé qué tiene la aldea
donde vivo y donde muero,
que con venir de mí mismo
no puedo venir más lejos!
Ni estoy bien ni mal conmigo;
mas dice mi entendimiento
que un hombre que todo es alma
está cautivo en su cuerpo.
Entiendo lo que me basta,
y solamente no entiendo
cómo se sufre a sí mismo
un ignorante soberbio.
De cuantas cosas me cansan,
fácilmente me defiendo;
pero no puedo guardarme
de los peligros de un necio.
El dirá que yo lo soy,
pero con falso argumento,
que humildad y necedad
no caben en un sujeto.
La diferencia conozco,
porque en él y en mí contemplo,
su locura en su arrogancia,
mi humildad en su desprecio.
O sabe naturaleza
más que supo en otro tiempo,
o tantos que nacen sabios
es porque lo dicen ellos.
Sólo sé que no sé nada,
dijo un filósofo, haciendo
la cuenta con su humildad,
adonde lo más es menos.
No me precio de entendido,
de desdichado me precio,
que los que no son dichosos,
¿cómo pueden ser discretos?
No puede durar el mundo,
porque dicen, y lo creo,
que suena a vidrio quebrado
y que ha de romperse presto.
Señales son del juicio
ver que todos le perdemos,
unos por carta de má
sotros por cartas de menos.
Dijeron que antiguamente
se fue la verdad al cielo;
tal la pusieron los hombres
que desde entonces no ha vuelto.
En dos edades vivimos
los propios y los ajenos:
la de plata los extraños
y la de cobre los nuestros.
¿A quién no dará cuidado,
si es español verdadero,
ver los hombres a lo antiguo
y el valor a lo moderno?
Dijo Dios que comería
su pan el hombre primero
con el sudor de su cara
por quebrar su mandamiento,
y algunos inobediente
sa la vergüenza y al miedo,
con las prendas de su honor
han trocado los efectos.
Virtud y filosofía
peregrina como ciegos;
el uno se lleva al otro,
llorando van y pidiendo.
Dos polos tiene la tierra,
universal movimiento;
la mejor vida el favor,
la mejor sangre el dinero.
Oigo tañer las campanas,
y no me espanto, aunque puedo,
que en lugar de tantas cruces
haya tantos hombres muertos.
Mirando estoy los sepulcros
cuyos mármoles eternos
están diciendo sin lengua
que no lo fueron sus dueños.
¡Oh, bien haya quien los hizo,
porque solamente en ellos
de los poderosos grandes
se vengaron los pequeños!
Fea pintan a la envidia,
yo confieso que la tengo
de unos hombres que no saben
quién vive pared en medio.
Sin libros y sin papeles,
sin tratos, cuentas ni cuentos,
cuando quieren escribir
piden prestado el tintero.
Sin ser pobres ni ser ricos,
tienen chimenea y huerto;
no los despiertan cuidados,
ni pretensiones, ni pleitos.
Ni murmuraron del grande,
ni ofendieron al pequeño;
nunca, como yo, afirmaron
parabién, ni pascua dieron.
Con esta envidia que digo
y lo que paso en silencio,
a mis soledades voy,
de mis soledades vengo.
Alexandre Dumas. Los tres mosqueteros.
¡Oh, querido d’Artagnan! -continuó Aramis, tomando un ligero acento de amargura-. Creedme, ocultad vuestras llagas cuando las tengáis, pues el silencio es la última felicidad para los desgraciados; guardaos de confiar vuestros pesares a nadie; los que nos oyen se alimentan de nuestras lágrimas, como las moscas de la sangre de un animal herido. "
Albert Einstein.
¿POR QUÉ SOCIALISMO?
"La anarquía económica de la sociedad capitalista tal como existe hoy es, en mi opinión, la verdadera fuente del mal. Vemos ante nosotros a una comunidad enorme de productores que se están esforzando incesantemente privándose de los frutos de su trabajo colectivo — no por la fuerza, sino en general en conformidad fiel con reglas legalmente establecidas. A este respecto, es importante señalar que los medios de producción —es decir, la capacidad productiva entera que es necesaria para producir bienes de consumo tanto como capital adicional— puede legalmente ser, y en su mayor parte es, propiedad privada de particulares. (...) El capital privado tiende a concentrarse en pocas manos, en parte debido a la competencia entre los capitalistas, y en parte porque el desarrollo tecnológico y el aumento de la división del trabajo animan la formación de unidades de producción más grandes a expensas de las más pequeñas. El resultado de este proceso es una oligarquía del capital privado cuyo enorme poder no se puede controlar con eficacia incluso en una sociedad organizada políticamente de forma democrática. Esto es así porque los miembros de los cuerpos legislativos son seleccionados por los partidos políticos, financiados en gran parte o influidos de otra manera por los capitalistas privados quienes, para todos los propósitos prácticos, separan al electorado de la legislatura. La consecuencia es que los representantes del pueblo de hecho no protegen suficientemente los intereses de los grupos no privilegiados de la población. Por otra parte, bajo las condiciones existentes, los capitalistas privados inevitablemente controlan, directamente o indirectamente, las fuentes principales de información (prensa, radio, educación). Es así extremadamente difícil, y de hecho en la mayoría de los casos absolutamente imposible, para el ciudadano individual obtener conclusiones objetivas y hacer un uso inteligente de sus derechos políticos. "
MI VISIÓN DEL MUNDO.
" Curiosa es nuestra situación de hijos de la Tierra. Estamos por una breve visita y no sabemos con qué fin, aunque a veces creemos presentirlo. Ante la vida cotidiana no es necesario reflexionar demasiado: estamos para los demás. Ante todo para aquellos de cuya sonrisa y bienestar depende nuestra felicidad; pero también para tantos desconocidos a cuyo destino nos vincula una simpatía. Pienso mil veces al día que mi vida externa e interna se basa en el trabajo de otros hombres, vivos o muertos. Siento que debo esforzarme por dar en la misma medida en que he recibido y sigo recibiendo. Me siento inclinado a la sobriedad, oprimido muchas veces por la impresión de necesitar del trabajo de los otros. Pues no me parece que las diferencias de clase puedan justificarse: en última instancia reposan en la fuerza. Y creo que una vida exterior modesta y sin pretensiones es buena para todos en cuerpo y alma. (...) Hay una contradicción entre mi pasión por la justicia social, por la consecución de un compromiso social, y mi completa carencia de necesidad de compañía, de hombres o de comunidades humanas. Soy un auténtico solitario. Nunca pertenecí del todo al Estado, a la Patria, al círculo de amigos ni aún a la familia más cercana. Si siempre fui algo extraño a esos círculos es porque la necesidad de soledad ha ido creciendo con los años. (...) El misterio es lo más hermoso que nos es dado sentir. Es la sensación fundamental, la cuna del arte y de la ciencia verdaderos. Quien no la conoce, quien no puede asombrarse ni maravillarse, está muerto. Sus ojos se han extinguido. Esta experiencia de lo misterioso -aunque mezclada de temor- ha generado también la religión. Pero la verdadera religiosidad es saber de esa Existencia impenetrable para nosotros, saber que hay manifestaciones de la Razón más profunda y de la Belleza más resplandeciente sólo asequibles en su forma más elemental para el intelecto. En ese sentido, y sólo en éste, pertenezco a los hombres profundamente religiosos. Un Dios que recompense y castigue a seres creados por él mismo que, en otras palabras, tenga una voluntad semejante a la nuestra, me resulta imposible de imaginar. Tampoco quiero ni puedo pensar que el individuo sobreviva a su muerte corporal, que las almas débiles alimenten esos pensamientos por miedo, o por un ridículo egoísmo. A mí me basta con el misterio de la eternidad de la Vida, con el presentimiento y la conciencia de la construcción prodigiosa de lo existente, con la honesta aspiración de comprender hasta la mínima parte de razón que podamos discernir en la obra de la Naturaleza. "
viernes, 18 de noviembre de 2011
Lorenzo Silva. Niños feroces.
"Pero qué le qué le voy a hacer. Me gusta leer. Me gusta más que ver vídeos en You Tube. Más que ir al cine a ver secuelas de Matrix o de Terminator o de Torrente. Más que hacer botellón o meterme en un antro donde un montón de petardas y de clones de Cristiano Ronaldo se restriegan entre sí. No es que todas las petardas me parezcan indeseables, uno tiene su fisiología y sus instintos, pero me da pereza invertir en ellas los esfuerzos que demandan. Prefiero esperar a que alguna caiga sin abonar tales peajes. Y como parece que la espera va a ser larga, la distraigo leyendo."
"En la universidad tampoco ha optado por el activismo político. Puede ser una casualidad sin mayor significado pero quienes dirigen la militancia en los círculos universitarios le parecen los más oportunistas, menos auténticos y (last but no least) menos brillantes de sus condiscípulos. Eso lo ha arrojado a una suerte de desmarque abúlico, que por momentos le avergüenza un poco."
"Repasando las cuatro historias, que se amalgaman ahora en mi cabeza, me doy cuenta de que no sólo esas víctimas, sino que muchos de los verdugos, desde los soldados atrapados en Mogadiscio de Black Hawk Derribado, hasta el sargento rapero de Gunner Palace, pasando por los friosos vengadores de Redacted o los exploradores de Generation Kill, son sólo eso, niños, perdidos de pronto en medio del horror que losvacía de su inocencia para dejarles dentro una hoquedad que no es madurez, sino rabia y hastío."
"Y también, como la División Azul, sirve para cubrir un expediente sin apostar más de la cuenta. El gobierno que los ha enviado, como hizo Franco, busca nadar y guardar la ropa. Se trata de estar allí, sin dar la impresión de que se está más de lo conveniente. Pero la guerra tiene su propia dinámica y toma sus decisiones, y ese día se lo va a demostrar a aquellos soldados."
"Pero, además, es especialmente ilustrativo al describir las sensaciones del soldado que regresa a la seguridad y la paz de la retaguardia desde la crudeza, la violencia y el desgaste físico y psíquico del teatro de operaciones. Todo se resume en un viejo porverbio del valle del Panshir, que un oficial afgano le cita al autor, poco antes de voler a casa, vaticinándole que, contra lo que piensa, no estará a gusto allí: ^Los que han conocido la tempestad, se asquean de la calma^".
"Aprendí a disfrutar del retroceso, a sentir la tensión de la línea del tiro desde el cañón hasta el blanco. Cuando llegas a notar la consistencia de esa línea, cuando aprendes a contener la respiración, apretar el gatillo, recibir el golpe de la culata y ver la bala dando donde quieres, cuando tienes esa sensación de poder sobre ella y sobre las vidas que se te pongan a tiro, entonces, no antes, eres un guerrero."
"Los españoles nunca encajaron con los croatas y viceversa. Para éstos los españoles eran demasiado indisciplinados, y para los españoles, los croatas estaban demasiado acostumbrados a la retaguardia y ponían demasiado ahínco en los simulacros de marcialidad."
"Si en la antigüedad Dios prometió no destruir Sodoma si sólo se encontraban entres sus murallas diez justos, yo me atrevo a esperar que, gracias a nosotros, Él no perderá a Alemania. Ninguno de nosotros tiene derecho a lamentarse por su suerte; todo el que ha entrado en nuestro círculo se ha revestido con la túnica de Neso. El valor moral de un hombre se mide por su capacidad de sacrificarse por sus convicciones. Henning von Tresckow."
"Me apunté a la guerra para morir por algo, aunque no supiera qué, antes de acabar muriendo por nada una noche cualquiera."
"Cada uno ha de encontrar una disciplina que le proponga máximas exigencias en su vida. De esta manera, a partir de su forma espiritual ahormada en el presente, reconocerá el futuro liberándolo."
"No me importaría que me enterraran como a Benjamín, en un cementerio de otro país. Con ese solo título: extranjero. Que es lo que somos todos, al final, por más que gastemos en banderas."
"En la universidad tampoco ha optado por el activismo político. Puede ser una casualidad sin mayor significado pero quienes dirigen la militancia en los círculos universitarios le parecen los más oportunistas, menos auténticos y (last but no least) menos brillantes de sus condiscípulos. Eso lo ha arrojado a una suerte de desmarque abúlico, que por momentos le avergüenza un poco."
"Repasando las cuatro historias, que se amalgaman ahora en mi cabeza, me doy cuenta de que no sólo esas víctimas, sino que muchos de los verdugos, desde los soldados atrapados en Mogadiscio de Black Hawk Derribado, hasta el sargento rapero de Gunner Palace, pasando por los friosos vengadores de Redacted o los exploradores de Generation Kill, son sólo eso, niños, perdidos de pronto en medio del horror que losvacía de su inocencia para dejarles dentro una hoquedad que no es madurez, sino rabia y hastío."
"Y también, como la División Azul, sirve para cubrir un expediente sin apostar más de la cuenta. El gobierno que los ha enviado, como hizo Franco, busca nadar y guardar la ropa. Se trata de estar allí, sin dar la impresión de que se está más de lo conveniente. Pero la guerra tiene su propia dinámica y toma sus decisiones, y ese día se lo va a demostrar a aquellos soldados."
"Pero, además, es especialmente ilustrativo al describir las sensaciones del soldado que regresa a la seguridad y la paz de la retaguardia desde la crudeza, la violencia y el desgaste físico y psíquico del teatro de operaciones. Todo se resume en un viejo porverbio del valle del Panshir, que un oficial afgano le cita al autor, poco antes de voler a casa, vaticinándole que, contra lo que piensa, no estará a gusto allí: ^Los que han conocido la tempestad, se asquean de la calma^".
"Aprendí a disfrutar del retroceso, a sentir la tensión de la línea del tiro desde el cañón hasta el blanco. Cuando llegas a notar la consistencia de esa línea, cuando aprendes a contener la respiración, apretar el gatillo, recibir el golpe de la culata y ver la bala dando donde quieres, cuando tienes esa sensación de poder sobre ella y sobre las vidas que se te pongan a tiro, entonces, no antes, eres un guerrero."
"Los españoles nunca encajaron con los croatas y viceversa. Para éstos los españoles eran demasiado indisciplinados, y para los españoles, los croatas estaban demasiado acostumbrados a la retaguardia y ponían demasiado ahínco en los simulacros de marcialidad."
"Si en la antigüedad Dios prometió no destruir Sodoma si sólo se encontraban entres sus murallas diez justos, yo me atrevo a esperar que, gracias a nosotros, Él no perderá a Alemania. Ninguno de nosotros tiene derecho a lamentarse por su suerte; todo el que ha entrado en nuestro círculo se ha revestido con la túnica de Neso. El valor moral de un hombre se mide por su capacidad de sacrificarse por sus convicciones. Henning von Tresckow."
"Me apunté a la guerra para morir por algo, aunque no supiera qué, antes de acabar muriendo por nada una noche cualquiera."
"Cada uno ha de encontrar una disciplina que le proponga máximas exigencias en su vida. De esta manera, a partir de su forma espiritual ahormada en el presente, reconocerá el futuro liberándolo."
"No me importaría que me enterraran como a Benjamín, en un cementerio de otro país. Con ese solo título: extranjero. Que es lo que somos todos, al final, por más que gastemos en banderas."
jueves, 3 de noviembre de 2011
Torquato Tasso. Noches.
" ¿Qué digo? ¿Acaso mi amor no está impreso en todos los objetos que me rodean? ¿No está escrito en mi frente, en mis ojos, en todas mis acciones? Mis palabras, mis suspiros, hasta mi mismo silencio, aquel silencio mudo tan largo, tan profundo, ¿no expresan vivamente los afectos de mi corazón? El aire, el aire testigo tanto tiempo de mis sentimientos, de mis votos, de mis suspiros; el aire, sí, herido tantas veces por mi voz lamentable, ha elevado sus tristes acentos hasta el lugar donde ella habita. "
Javier Marías. El País Semanal. 30 de octubre de 2011.
"...En más de una ocasión (y tengo de testigos a mis agentes literarias y editores), he rebajado el anticipo que se me proponía por considerarlo excesivo y no ver lo bastante claro a qué respondía. Muchos me juzgarán TONTO O INGENUO -no eran cantidades que yo hubiera pedido, sino que se me ofrecían-, pero así he sido educado, y no fui el único entre los de mi generación, sin duda. ¿Qué ha sucedido para que incontables miembros de esa generación -no digamos de las siguientes, educadas por la nuestra en buena medida- desconozcan ese desasosiego ante lo inexplicable, aunque nos beneficie?"
¿Y cuánta gente alaba esa actitud pero si lo hace su pareja, su hijo o quien sea, lo llama, eso, tonto cuando menos? Consecuente, tanto ante lo que beneficia como ante lo que perjudica.
¿Y cuánta gente alaba esa actitud pero si lo hace su pareja, su hijo o quien sea, lo llama, eso, tonto cuando menos? Consecuente, tanto ante lo que beneficia como ante lo que perjudica.
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