viernes, 27 de agosto de 2021

Amarillo. Félix Romeo.

 «Si hay un tipo de soledad que ha sido secularmente tratado en la literatura, es la que viene producida por el abandono de la persona amada. Y es que este tipo de soledad es particularmente temible por el ser humano, ese ver derrumbado el ya viejo “orden” emocional, ese tener que enfrentarse una y otra vez con la memoria, esa sensación de, como en el ajedrez, haber hecho una mala jugada que definitivamente ha desbaratado todas las metas propuestas para el futuro».

... escribir es un pensar perfeccionado cuando he escrito una cosa que no es una abstracción, una verdad en abstracto, una verdad concreta, encarnada en hechos en una trama argumental, en unos episodios, que si están bien no pierden la vigencia. Es lo que tiene de bueno la novela frente a cualquier escuela filosófica… todas las escuelas filosóficas, sin excepción creo yo, han dejado de ser válidas. Las seguimos estudiando porque bueno es interesante saber qué pensaban saber que el mundo era así o asá. Pero ya nadie cree que realmente tuvieran razón. En cambio la validez de la novela se mantiene a través de los siglos, es decir lo que escribía Cervantes todo el mundo lo entiende perfectamente, sigue siendo válido, aunque tal vez lo entienda de una forma distinta al lector contemporáneo, al del siglo XVIII al del siglo XIX al del siglo XX son bueno un tipo de verdades puede decirse, las literarias, que a diferencia de las filosóficas no sufren el deterioro del paso del tiempo, la filosofía ya se ha terminado, es otra cosa que pasó a la historia.

Decías que habías decidido volver. Ya era tiempo de regresar. En ese momento me daba cuenta de lo bien que estaba sin ti. De lo mal que me sentía por tu regreso inesperado, de todo lo que tendría que volver a cambiar para tu vuelta.



lunes, 23 de agosto de 2021

El blocao. José Díaz Fernández.

La disciplina quitará interés a la vida. Reglamentarlo todo, someter la existencia a una organización, quizá nos haga más infelices.
 —Pues mientras tanto no seremos la fuerza, no seremos nada.
—Pero ¿por qué está usted tan resentida con la vida? ¿Qué le ha pasado a usted en la vida?

Al fin y al cabo, la guerra es una furia ciega en la cual no nos cabe la mayor responsabilidad. Un fusil encuentra siempre su razón en el fusil enemigo.

viernes, 20 de agosto de 2021

El amante. Marguerite Duras.

Muy pronto en mi vida fue demasiado tarde.

Que la vida es inmortal mientras se vive, mientras está con vida. Que la inmortalidad no es una cuestión de más o menos tiempo, que no es una cuestión de inmortalidad, que es una cuestión de otra cosa que permanece ignorada.

domingo, 15 de agosto de 2021

El gatopardo. G. Tomasi de Lampedusa.

Las lisonjas resbalaban por la personalidad del príncipe como el agua sobre las hojas de los nenúfares: es una de las ventajas de que gozan los hombres que no sólo son orgullosos sino que están acostumbrados a serlo.

Ahora éste se cree que ha venido a hacerme un gran honor -pensaba-, ¡a mí, que soy quien soy, que, entre otras cosas, soy par del reino de Sicilia, título que debe de equivaler al de senador!

Pertenezco a una generación infeliz, a caballo entre los viejos tiempos y los nuevos, que no se encuentra a gusto en éstos ni en aquéllos.

Nos veremos mañana y me dirás cómo ha soportado la revolución el príncipe de Salina.

-Se lo diré ahora mismo en cuatro palabras: dice que no ha habido ninguna revolución y que todo seguirá como antes.

... tan jóvenes y tan enamorados, dejándose llevar por la música, cada uno ciego para los defectos del otro, ambos sordos a las advertencias del destino, vanamente convencidos de que toda su vida discurrirá por un camino tan liso como el suelo del salón; parecían actores principiantes a quienes el director les hiciera representar los papeles de Julieta y de Romeo sin decirles que en la obra figuran también la cripta y el veneno. Ninguno de los dos era bueno, ambos tenían sus intereses, tanto ella como él alimentaban secretas aspiraciones; pero resultaba agradable y enternecedor verlos bailar mientras sus turbias pero ingenuas ambiciones se iban esfumando entre las cariñosas, alegres palabras que él le musitaba al oído, el perfume que envolvía la cabellera de la joven, y el abrazo en que acababan fundiéndose sus cuerpos destinados a morir.

Los dos jóvenes miraban el cuadro con total indiferencia. Para ellos, el conocimiento de la muerte era puramente abstracto, era, por así decirlo, un dato cultural más, no una experiencia que se les hubiese metido en la médula misma de los huesos.

domingo, 1 de agosto de 2021

Tomás Nevinson. Javier Marías.

... hoy se confía muy poco en los elogios fúnebres o en cómo será uno recordado. Se sabe qeu en realidad nadie es ya recordado, más allá de las primeras horas compungidas, en las que hay más impresión y pánico que recapitulación o remembranza.

La dignidad y el despecho tienen sus límites, que pone la necesidad.

La gente adopta una fe y se pone muy seria, después solemne. Empieza a creerse cuanto viene amparado o envuelto por esa fe, y entonces se vuelve estúpida. Si se la contraviene enloquece de rabia, no consiente que se la llame estúpida ni que ese ponga en tela de juicio lo que constituye su totalidad y su repentina razón de ser. A partir de ahí desarrolla un odio meramente defensivo, irracional, hacia cuantos no comparten su fanatismo. Y a los que lo combaten abiertamente los trata con crueldad. Cuando la gente descubre esta última, se instala en ella y la esparce, y tarda mucho en hastiarse de su aplicación... Y luego estaba el único antídoto, ¿te acuerdas? ... Sólo cabe declararle la guerra y aplastarlo.

A través de su mirada asistía a la conversión de esa vida mía en historia, antigüedad, pasado, y cuando eso se da nos preguntamos amargamente por la utilidad de cuanto hicimos, y no nos cuesta llegar a la conclusión de que todo sería lo mismo si no hubiéramos movido un dedo, si no hubiéramos existido ni nos hubiéramos manchado.

Y es entonces cuando comprende que, una  vez que uno empieza, una vez que da el primer paso y se tuerce, sólo cabe avanzar por al camino torcido, y retorcerlo.

A bastantes mujeres, además, no les importa tanto el aspecto cuanto la percepción, quiero decir cómo son percibidas ellas por quien se encuentra delante, o a su lado, o enfrente, o incluso a su espalda durante el sueño.

Tal vez era alguien condenado a no mirarse en el antes y a no recordar porque entre sus visiones y sus recuerdos había uno o dos inadmisibles, que sólo pueden mantenerse a raya si uno decide borrarlos todos, los buenos, los consoladores, los malos y los espantosos.

Siempre resulta sospechosa una persona que nunca se permite la vanidad ni el tormento de mirar atrás.

En cuanto la gente sabe un poco, se cree que lo sabe todo y que su opinión sobre lo que sea ha de ser tenida en cuenta...

No podía evitar desearles suerte en la vida que se había construido o forjado, o a la que se habían plegado, o en la que se habían refugiado, o tras la que se habían escondido, tanto daba, no hay nadie que no haga eso, una de esas cosas con la suya.