martes, 29 de diciembre de 2020

Macbeth. William Shakespeare.

 "¿Qué tres cosas provoca especialmente la bebida?

Pues, señor, nariz roja, sueño y orina. Señor, provoca y desprovoca la lujuria: provoca el deseo, pero impide gozarlo. Por tanto, se puede decir que beber demasiado le crea un equívoco a la lujuria: la hace y la deshace, la excita y la aplaca, la anima y la abate, la pone a su altura y no la pone. Al final, el equívoco se va al sueño y te deja tumbado."


"No se goza, todo es pérdida si el deseo se logra, pero no contenta. Siempre es más seguro ser lo que se mata que tras esa muerte vivir dicha falsa."


"La despreocupación, lo sabéis ya, es la gran enemiga de un mortal.


Debería haber muerto más tarde.

Habría habido tiempo para semejante palabra.

Mañana y mañana y mañana,

se desliza con pasos apacibles un día tras otro,

hasta la última sílaba del tiempo que podemos recordar,

y todos nuestros ayeres han alumbrado a los necios,

el camino a la polvorienta muerte.

¡Apágate, apágate, vela efímera!

La vida no es más que una sombra andante,

un pobre actor que se pavonea y se retuerce,

sobre la escena en su momento y después,

nadie lo recuerda. Es un cuento contado,

por un idiota, lleno de ruido y furia,

que no significa nada.

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