...Y es lo único para lo que yo quiero que haya infierno, para que los asesinos continúen cumpliendo allí su condena eterna.
...En esta tierra nuestra la verdad murió hace mucho tiempo.
¿Otro requiebro? Sin duda merecido. Era guapa, con un punto de madurez: mi tipo. Ni vieja ni niña. Mujer en su sazón, con sus primera arrugas en los bordes de los párpados que aún la hacían más atractiva por el componente adicional de la experiencia en los asuntos terrenales, cuando todavía no hay derrotismo/resignación, pero aún salud, provisión de esperanzas, alegría...
Pero un hombre puede ser un barco. Un hombre puede ser un barco con el casco de acero. Luego pasan los años y se forman grietas. Por ellas entra el agua de la nostalgia, contamina la soledad, y el agua de la conciencia de haberse equivocado y la de no poder poner remedio al error, y esa agua que corroe tanto, la del arrepentimiento que se siente y no se dice por miedo, por vergüenza, por no quedar mal con los compañeros. Y así el hombre, ya barco registrado, se irá a pique en cualquier momento.
Exacto. Porque soy tan cobarde como él y como tantos otros que a estas horas, en mi pueblo, estarán diciendo bajito para que no les oigan: esto es una salvajada, un derramamiento inútil de sangre, así no se construye una patria. Pero nadie moverá un dedo. A estas horas ya habrán limpiado la calle con una manguera para que no quede rastro del crimen. Y mañana habrá murmullos en el aire, pero en el fondo todo seguirá idugal. La gente acudirá a la siguiente manifestación en favor de ETA, sabiendo que conviene dejarse ver en la manada. Es el tributo que se paga para vivir con tranquilidad en el país de los callados.
Asimismo escribí en contra del crimen perpetrado con excusa política, en nombre de una patria donde un puñado de gente armada, en nombre de una patria donde un puñado de gente armada, con el vergonzoso apoyo de un sector de la sociedad, decide quién pertenece a dicha patria y quién debe abandonarla o desaparecer. Escribí sin odio contra el lenguaje del odio y contra la desmemoria y el olvido tramado por quienes tratan de inventarse una historia al servicio de su proyecto y sus convicciones totalitarias.
Además, el terrorismo de ETA no sirve para atacar a la derecha. Para eso es mucho mejor la guerra civil.
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