lunes, 29 de abril de 2024

Marina. Carlos Ruiz Zafón.

Marina me dijo una vez que sólo recordamos lo que nunca sucedió.

Todos tenemos un secreto encerrado bajo llave en el ático del alma.

La vida nos concede a cada uno de nosotros unos escasos momentos de pura felicidad. A veces son sólo días o semanas. A veces, años. Todo depende de nuestra fortuna. El recuerdo de esos momentos nos acompaña para siempre y se transforma en un país de la memoria al que tratamos de regresar durante el resto de nuestra vida sin conseguirlo.

La mezquindad de los hombres es una mecha en busca de llama.

A veces, las cosas más reales sólo suceden en la imaginación.

jueves, 25 de abril de 2024

Las máscaras del héroe. Juan Manuel de Prada.

Pero él prefería purgar su pecado con el tributo del insomnio, y se detenía ante cada retrato de la difunta, que lo miraba desde el otro lado del tiempo, impermeable a la compasión y a las lágrimas, endurecido por una rigidez sepia y post mortem.

En la parte alta del caserón había una atmósfera sofocante, en la que se mezclaba el olor rancio del óleo (había cuadros de nuestros antepasados), el olor a magnesio de los daguerrotipos y el olor repugnante del tiempo detenido.

Hay momentos en la vida proclives al crimen, instantes en que el deseo de venganza asciende por las tripas, incendia los pulmones y se instala en el corazón, con una codicia incandescente. Instantes en que uno quisiera enfangarse las manos en sangre ajena. Lástima que sean demasiado efímeros. 

Cualquier ideología que no cuente con todos esos hombres y mujeres que comen peladuras de patatas y sueñan con asesinar a su patrón está destinada al fracaso. Marxismo, anarquismo y fascismo: ésas son las tres únicas soluciones.

No les hice caso, pues si algo he aprendido en todos estos años es que la vida es un don mucho menos valioso que la libertad, y que la muerte, para el condenado, es la única forma de libertad que le resta. Por eso aguardo la liberación de mi alma…