Emma, hay algo que un
hombre siempre puede hacer si quiere: cumplir con su deber, no valiéndose de
artimañas y de astucia, sino sólo con energía y decisión.
-No será un joven sensible, sino un joven débil, si ésta es la primera ocasión en que tiene que llegar hasta el fin con una decisión con la que cumple con su deber contra la voluntad de otros. A la edad que tiene debería ser ya una costumbre en él cumplir con su deber, en vez de preocuparse tanto por si es o no oportuno hacerlo. Puedo admitir los temores de un niño, no los de un hombre. A medida que iba adquiriendo uso de razón, tendría que haberse mantenido firme y liberarse de todo lo que fuera indigno en la autoridad que tenían sobre él.
Tan joven todavía, a los veintitrés años, a una edad en la que cuando un hombre elige esposa generalmente elige mal…