domingo, 22 de marzo de 2020

Sospechas. Herman Koch.

Ninguna vergüenza es tan grave que no valga la pena vivir.

Quién vive sin vergüenza es más libre, está más cerca de la naturaleza.

La felicidad, me decía entonces, y todavía lo hago -o quizá, en lugar de felicidad, debería decir satisfacción-, está estrechamente vinculada a la aceptación de la realidad que te ha tocado. De tu propio cuerpo. De tu constitución. En cuanto al cuerpo, hay mucho que hacer. Puedes adelgazar si crees que estás gordo, puedes hacer pesas si te avergüenza que se te noten tanto las costillas. Pero respecto a la cara poco se puede hacer... Te mira desde el espejo. "Esto es lo que hay -te dice sin parpadear-. Vas a tener que conformarte

A veces me pregunto si realmente estaba prevista la existencia de la vida humana. Buscamos a voces en el espacio, pero imagínate que estamos solos de verdad. Un Universo gigante y vacío al que se le ha ido de las manos un planeta en un rincón, un planeta minúsculo que casi pasa desapercibido. Un error. Una reacción en cadena. No dejamos de hablar de contaminación, pero imagínate por un momento que la contaminación somos nosotros.

Juan de Tasis

Determinarse y luego arrepentirse;
empezar a atreverse y acobardarse;
arder el pecho y la palabra helarse;
desengañarse y luego persuadirse.

Comenzar una cosa y advertirse;
querer decir su pena y no aclararse;
en medio del aliento desmayarse,
y entre el amor y el miedo consumirse.

En las resoluciones detenerse;
hallada la ocasión no aprovecharse,
y perdido de cólera encenderse.

Y sin saber por qué, desvanecerse;
efectos son de amor; no hay que espantarse,
qué todo del amor puede creerse.


jueves, 12 de marzo de 2020

Bamí sin sombra. Fernando Aramburu.


"Siempre ha sido así: lista a su manera, pero dócil y reservada."

"Lo peor de la vida no es llegar a viejo. Lo peor es llegar a viejo y darse cuenta."

"Pervertir nuestra naturaleza indómita para vencernos. Ésa es la jugada, ¿comprendes? ¿Cabe mayor ultraje? Dentro de nosotros mismos se esconde la causa de nuestra perdición. El cáncer que nos destruye. ¿Para qué, te preguntarás, lucharon nuestros antepasados? ¿Para qué tanto sacrificio, tanta sangre derramada en los campos de batalla? Cada día decrece el número de patriotas resueltos a empuñar la antorcha del honor. Y así es como se va apagando la llama de nuestra grandeza declinante."