martes, 17 de julio de 2018

Mañana lo dejo. Gilles Legardinier

Nadie hablaba de la tele ni de todas esas cosas superficiales que pueblan inútilmente nuestra vida. Nadie necesitó emborracharse para desinhibirse o pasárselo bien. Nos sentíamos miembros de una misma especie, seres humanos con fallos. Cuando uno celebra un cumpleaños, una victoria o un hecho reseñable jamás disfruta de un ambiente como el que ese día pudimos compartir. Siempre hay una estrella o una pareja que son el centro de la fiesta, subidos en un pedestal mientras los demás los contemplan en silencio. Sería más fácil celebrar nuestras caídas. Sin pódiums ni vanaglorias, simplemente alegrarnos del hecho de estar vivos y cerca los unos de los otros. Seguramente son más nuestros fallos que nuestros éxitos. No obstante, aquella noche, y a pesar de las humillaciones de las que fui testigo, no me atreví a pronunciarme . Demasiado miedo, demasiada vergüenza, y eso que tendría mucho que relatar. Si me pusiera a contar todas aquellas decisiones que he tomado y en las que me he equivocado, necesitaría meses, por muy rápido que hablara.

lunes, 9 de julio de 2018

La tía Tula. Miguel de Unamuno.

Ojalá pudiera medirse el dolor humano con números claros y no con palabras inciertas. Ojalá hubiera una forma de saber cuánto hemos sufrido, y que el dolor tuviera materia y medición. Toda hombre acaba un día u otro enfrentándose a la ingravidez de su paso por el mundo. Hay seres humanos que pueden soportarlo, yo nunca lo soportaré.

Vivimos solas, te he dicho. Las mujeres vivimos siempre solas.

Nada; discreteos de tu marido sobre las ventajas e inconvenientes del matrimonio.
¡No hables de eso, Ramiro! Vosotros los hombres apenas sabéis de eso. Somos nosotras las que nos casamos, no vosotros.

¿Qué es eso de que estáis hablando? -dijo Rosa acercándose y dejándose caer abatida en un sillón.

... Cómo el amor hace morirse a la vida y vivir la muerte; cómo el vivía ahora la muerte de su Rosa y se moría en su propia vida.

No quiso que a la niña se le ocupase demasiado en aprender costuras y cosas así. "¿Labores de su sexo? -decía-, no, nada de  labores de su sexo; el oficio de una mujer es hacer hombre y mujeres y no vestirlos.

...Palpitante de congoja y henchido de zozobra.

Le hablaba ella del mar y eran sus palabras, que le llegaban a él envueltas en el rumor no lejano de las olas, como la letra vaga de un canto de cuna para el alma.

No lo volveré a pensar, Pero, ¿quién pone barreras al pensamiento?

miércoles, 4 de julio de 2018

El hombre invisible. H. G. Wells.

Las ideas grandes, extrañas y trascendentales a menudo impresionan menos a hombre y mujeres que las consideraciones más nimias y tangibles.


Todos los hombres, aun los más cultos y educados, conservan ciertos residuos de superstición.


Cada una de las criaturas sin cerebro que han sido creadas es una cruz para mí, Si esto sigue así, me volveré loco y acabaré por matarlos a todos. Han conseguido que todo me resulte mil veces más difícil.