sábado, 18 de febrero de 2017

Tres días y una vida. Pierre Lemaitre.

El también se sentía lejos de aquel mundo, distinto, más moderno, y el pueblo le parecía viejo, inmovilista y estrecho de miras, lo odiaba.

Le costaba invocar el recuerdo de aquella gente... parecían conservar una vigencia absoluta. Como si el pueblo y su propia vida, pasados los años, siguieran siendo el patio de recreo.

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