El también se sentía lejos de aquel mundo, distinto, más moderno, y el pueblo le parecía viejo, inmovilista y estrecho de miras, lo odiaba.
Le costaba invocar el recuerdo de aquella gente... parecían conservar una vigencia absoluta. Como si el pueblo y su propia vida, pasados los años, siguieran siendo el patio de recreo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario