viernes, 23 de diciembre de 2016

Falcó. Arturo Pérez-Reverte.



...La certeza de moverse a sus anchas por un pasaje hostil, desolado como la vida misma con la confortable sensación de que nada propio se dejaba atrás y nada había por delante lo bastante terrible como para refrenarle a uno el paso. Aquéllas eran la libertad y la independencia totales, sin pasado ni futuro; con la memoria, los bolsillos, la mente, vacíos de todo lo prescindible, liberados hasta la pulcritud absoluta de cuanto no era útil para la inmediata supervivencia.