EL FRANCOTIRADOR PACIENTE
Arturo Pérez-Reverte.
"Siempre tienen que ser carísimos y de diseño, mejicanos, peruanos o japoneses. Estos últimos le gustan mucho porque le dan ocasión de encargar sushis y sashimis con nombres exóticos y mostrarse hábil manejando los palillos -yo siempre pido un tenedor- mientrs te explica la diferencia entre el pescado crudo cortado a la manera de Okinawa y la de Hokkaido. O algo así. Eso seduce a las mujeres, (...) Me refiero a cierta clase de mujeres".
"Había gente tras el cristal de los bares con ordenador portátil y café en vaso de plástico -detesto esos lugares absurdo donde debes llevar tú la consumición a la mesa-, parejas homosexuales que paseaban cogidas de la mano y dependientas de tiendas de ropa fumando en la puerto como furcias futuristas, de nueva generación. Tomo muy correcto y muy trendy. Muy de foto para el dominical en coloer de El País. (...) Contribuyen a dar tono, como los carteles outlet que sustituyen por todas partes al tradicional de rebajas".
"Las chicas que crecen aprisa tienen los ojos tristes"
"El resplandor exterior, tamizado por los visillos, perfilaba el contorno de su cuerpo sobre la cama cuyas sábanas, todavía revueltas y arrugadas, olían a mí y a ella del mismo modo que olían mis labios, mi sexo y mis manos. A nuestra carne, nuestra saliva y nuestra fatiga".
"Tengo la impresión de que usted está mal acostumbrado...¿Tanto tiempo hace que nadie lo manda a tomar por culo?"
"El ser humano pasa la mayor parte de su vida buscando pretextos para atenuar el remordimiento propio. Para borrar claudicaciones y compromisos. Necesita la infamia ajena para sentirse menos infame. Eso explica el recelo, la incomodidad, incluso el rencor suscitados por quienes no transigen".
"La excitación intelectual, la tensión física, el desafío a tu propia seguridad, el miedo dominado por la voluntad, el control de sensaciones y emociones, la inmensa euforia de moverse en la noche, en el peligro, transgrediendo cuanto de ordenado el mundo establecía, o pretendía establecer. Moviéndote con sigilo de soldado en los estrechos márgenes del desastre. En el filo incierto de la navaja".
"También vi una sonrisa de las que hace falta tener dos veces veinte años para que la vida te la defina en la boca y en la mirada".
"El arte sólo sirve cuando tiene que ver con la vida -dijo-. Para expresarla o explicarla".
martes, 3 de diciembre de 2013
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