- "Cuando crezcas, descubrirás que ya defendiste mentiras, te engañaste a ti mismo o sufriste por tonterías. Si eres un buen guerrero, no te culparás por ello, pero tampoco dejarás que tus errores se repitan". Pablo Neruda.
sábado, 14 de diciembre de 2013
1984. George Orwell.
“Esta era la más refinada sutileza del sistema:
inducir conscientemente a la inconsciencia, y luego hacerse inconsciente para
no reconocer que se había realizado un acto de autosugestión.”
“Diariamente y casi minuto por minuto, el pasado era
puesto al día. De este modo, todas las predicciones hechas por el Partido
resultaban acertadas según prueba documental. Toda la historia se convertía así
en un palimpsesto, raspado y vuelto a escribir con toda la frecuencia
necesaria.”
“¿No ves que la finalidad de la neolengua es limitar
el alcance del pensamiento, estrechar el radio de acción de la mente? Al final,
acabaremos haciendo imposible todo crimen del pensamiento. En efecto, ¿cómo
puede haber crimental si cada concepto se expresa claramente con una sola
palabra, una palabra cuyo significado esté decidido rigurosamente y con todos
sus significados secundarios eliminados y olvidados para siempre?”
“Constituía un terrible peligro pensar mientras se
estaba en un sitio público o al alcance de la telepantalla. El detalle más
pequeño podía traicionarle a uno.”
“El duro trabajo físico, el cuidado del hogar y de los
hijos, las mezquinas peleas entre vecinos, el cine, el fútbol, la cerveza y
sobre todo, el juego, llenaban su horizonte mental. No era difícil mantenerlos
a raya. Unos cuentos agentes de la Policía del Pensamiento circulaban entre
ellos, esparciendo rumores falsos y eliminando a los pocos considerados capaces
de convertirse en peligrosos; pero no se intentaba adoctrinarlos con la
ideología del Partido. No era deseable que los proles tuvieran sentimientos
políticos intensos. Todo lo que se les pedía era un patriotismo primitivo al
que se recurría en caso de necesidad para que trabajaran horas extraordinarias
o aceptaran raciones más pequeñas. E incluso cuando cundía entre ellos el
descontento, como ocurría a veces, era un descontento, como ocurría a veces,
era un descontento que no servía para nada porque, por carecer de ideas
generales, concentraban su instinto de rebeldía en quejas sobre minucias de la
vida corriente. Los grandes males, ni lo olían.”
“Hubo una época en que fue señal de locura creer que
la tierra giraba en torno al sol: ahora, era locura creer que el pasado es
inalterable. Quizá fuera él, el único que sostenía esa creencia, y, siendo el
único, estaba loco.”
“Y lo más terrible no era que le mataran a uno por
pensar de otro modo, sino que pudieran tener razón.”
“Creía estúpido pensar en una sublevación contra el
Partido. Cualquier intento en este sentido tenía que fracasar. Lo inteligente
le parecía burlar las normas y seguir viviendo a pesar de ello.”
“Todas estas marchas arriba y abajo vitoreando y
agitando banderas no es más que sexo agriado.”
“No estaba dispuesta a aceptar como ley natural que el
individuo está siempre vencido.”
“Pero también resultó claro que un aumento de
bienestar tan extraordinario amenazaba con la destrucción -era ya, en sí mismo,
la destrucción- de una sociedad jerarquica. En un mundo en que todos trabajaran
pocas horas, tuvieran bastante que comer, vivieran en casas cómodas e
higiénicas, con cuarto de baño, calefacción y refrigeración, y poseyera cada
uno un auto o quizás un aeroplano, habría desaparecido la forma más obvia e
hiriente de desigualdad. Si la riqueza llegaba a generalizarse, no serviría
para distinguir a nadie. Sin duda, era posible imaginarse una sociedad en que
la riqueza, en el sentido de posesiones y lujos personales, fuera
equitativamente distribuida mientras que el poder siguiera en manos de una
minoría, de una pequeña casta privilegiada. Pero, en la práctica, semejante
sociedad no podría conservarse estable, porque si todos disfrutasen por igual
del lujo y del ocio, la gran masa de seres humanos, a quienes la pobreza suele
imbecilizar, aprenderían muchas cosas y empezarían a pensar por sí mismos; y si
empezaran a reflexionar, se darían cuenta más pronto o más tarde que la minoría
privilegiada no tenìa derecho alguno a imponerse a los demás y acabarían
barriéndoles. A la larga, una sociedad jerarquica sólo sería posible basándose
en la pobreza y en la ignorancia.”
“El problema era mantener en marcha las ruedas de la
industria sin aumentar la riqueza real del mundo. Los bienes habían de ser
producidos, pero no distribuidos. Y, en la práctica, la única manera de lograr
esto era la guerra continua.”
“Y al mismo tiempo, la idea de que se está en guerra,
y por tanto en peligro, hace que la entrega de todo el poder a una reducida
casta parezca la condición natural e inevitable para sobrevivir.”
“Pero siempre es preciso que sea un fanático ignorante
y crédulo en el que prevalezca el miedo, el odio, la adulación y una continua
sensación orgiástica de triunfo. En otras palabras, es necesario que ese hombre
posea la mentalidad típica de la guerra. No importa que haya o no haya guerra.”
“Los fines de estos tres grupos son inconciliables.
Los Altos quieren quedarse donde están. Los Medianos tratan de arrebatarles sus
puestos a los Altos. La finalidad de los Bajos, cuando la tienen -porque su
principal característica es hallarse aplastados por las exigencias de la vida
cotidiana-, consiste en abolir todas las distinciones y crear una sociedad en
que todos los hombres sean iguales. Así, vuelve a presentarse continuamente la
misma lucha social. Durante largos periodos, parece que los Altos se encuentran
muy seguros en su poder, pero siempre llega un momento en que pierden la
confianza en sí mismos o se debilita su capacidad para gobernar, o ambas cosas
a la vez. Entonces son derrotados por los Medianos, que llevan junto a ellos a
los Bajos porque les han asegurado que ellos representan la libertad y la
justicia. En cuanto logran sus objetivos, los Medianos abandonan a los Bajos y
los relegan a su antigua posición de servidumbre, convirtiéndose ellos en los
Altos. Entonces, un grupo de los Medianos se separa de los demás y empiezan a
luchar entre ellos. De los tres grupos, solamente los Bajos no logran sus
objetivos ni siquiera transitoriamente.”
“Desde el punto de vista de los Bajos, ningún cambio
histórico ha significado mucho más que un cambio en el nombre de sus amos.”
“Sólo hay cuatro medios de que un grupo dirigente sea
derribado del Poder. O es vencido desde fuera, o gobierna tan ineficazmente que
las masas se le rebelan, o permite la formación de un grupo medio que lo pueda
desplazar, o pierde la confianza en sí mismo y la voluntad de mando. Estas
causas no operan sueltas, y por lo general se presentan las cuatro combinadas
en cierta medida.”
“El control del pasado depende por completo del
entrenamiento de la memoria.”
“El que controla el pasado controla el futuro; y el
que controla el presente controla el pasado.”
“Crees que la realidad es algo objetivo, externo, que
existe por derecho propio. Crees también que la naturaleza de la realidad se
demuestra por sí misma. Cuando te engañas a ti mismo pensando que ves algo, das
por cierto que todos los demás están viendo lo mismo que tú. Pero te aseguro,
Winston, que la realidad no es externa. La realidad existe en la mente humana y
en ningún otro sitio. No en la mente individual, que puede cometer errores y
que, en todo caso, perece pronto. Sólo la mente del Partido, que es colectiva e
inmortal, puede captar la realidad. Lo que el Partido sostiene que es verdad es
efectivamente verdad. Es imposible ver la realidad sino a través de los ojos
del Partido.”
“Sabemos que nadie se apodera del mando con la
intención de dejarl. El poder no es un medio, sino un fin en sí mismo. No se
establece una dictadura para salvaguardar una revolución; se hace la revolución
para establecer una dictadura. El objeto de la persecución no es más que la
persecución misma. La tortura sólo tiene como finalidad la misma tortura. Y el
objeto del poder no es más que el poder.”
“El poder radica en infligir dolor y humillación. El
poder está en la facultad de hacer pedazos los espíritus y volverlos a
construir dándoles nuevas formas elegidas por ti.”
“desde luego, la neolenngua difería de la mayoría de
otros lenguajes en que su vocabulario se empequeñecía en vez de agrandarse.
Cada reducción era una ganancia, ya que cuanto menor era el área para escoger,
más pequeña era la tentación de pensar. En definitiva, se esperaba construir un
lenguaje articulado que surgiera de la laringe sin involucrar en absoluto a los
centros del cerebro.”
“Por lo tanto, quedaría descartada la posibilidad de
cometer muchos crímenes y errores simplemente porque no tenían nombre y, en
consecuencia, son inimaginables.”
—La decimoprimera edición es la definitiva —dijo—. Le
estamos dando al idioma su forma final, la forma que tendrá cuando nadie hable
más que neolengua. Cuando terminemos nuestra labor, tendréis que empezar a
aprenderlo de nuevo. Creerás, seguramente, que nuestro principal trabajo
consiste en inventar nuevas palabras. Nada de eso. Lo que hacemos es destruir
palabras, centenares de palabras cada día. Estamos podando el idioma para
dejarlo en los huesos. De las palabras que contenga la onceava edición, ninguna
quedará anticuada antes del año 2050—. Dio un hambriento bocado a su pedazo de
pan y se lo tragó sin dejar de hablar con una especie de apasionamiento pedante.
Se le había animado su rostro moreno, y sus ojos, sin perder el aire soñador,
no tenían ya su expresión burlona.
—La destrucción de las palabras es algo de gran hermosura.
Por supuesto, las principales víctimas son los verbos y los adjetivos, pero también
hay centenares de nombres de los que puede uno prescindir. No se trata sólo de
los sinónimos. También los antónimos. En realidad ¿qué justificación tiene el
empleo de una palabra sólo porque sea lo contrario de otra? Toda palabra
contiene en sí misma su contraria. Por ejemplo, tenemos «bueno». Si tienes una
palabra como «bueno», ¿qué necesidad hay de la contraria, «malo»? Nobueno sirve
exactamente igual, mejor todavía, porque es la palabra exactamente contraria a
«bueno» y la otra no. Por otra parte, si quieres un reforzamiento de la palabra
«bueno», ¿qué sentido tienen esas confusas e inútiles palabras «excelente,
espléndido» y otras por el estilo? Plusbueno basta para decir lo que es mejor
que lo simplemente bueno y dobleplusbueno sirve perfectamente para acentuar el
grado de bondad. Es el superlativo perfecto. Ya sé que usamos esas formas,
pero en la versión final de la neolengua se suprimirán las demás palabras que
todavía se usan como equivalentes. Al final todo lo relativo a la bondad podrá
expresarse con seis palabras; en realidad una sola. ¿No te das cuenta de la
belleza que hay en esto, Winston? Naturalmente, la idea fue del Gran Hermano
—añadió después de reflexionar un poco.
Al oír nombrar al Gran Hermano, el rostro de Winston
se animó automáticamente. Sin embargo, Syme descubrió inmediatamente una cierta
falta de entusiasmo.
—Tú no aprecias la neolengua en lo que vale —dijo Syme
con tristeza—. Incluso cuando escribes sigues pensando en la antigua lengua.
He leído algunas de las cosas que has escrito para el Times. Son bastante
buenas, pero no pasan de traducciones. En el fondo de tu corazón prefieres el
viejo idioma con toda su vaguedad y sus inútiles matices de significado. No
sientes la belleza de la destrucción de las palabras. ¿No sabes que la
neolengua es el único idioma del mundo cuyo vocabulario disminuye cada día?
Winston no lo sabía, naturalmente. Sonrió —creía hacerlo agradablemente— porque
no se fiaba de hablar. Syme comió otro bocado del pan negro, lo masticó un poco
y siguió:
—¿No ves que la finalidad de la neolengua es limitar
el alcance del pensamiento, estrechar el radio de acción de la mente? Al final,
acabaremos haciendo imposible todo crimen del pensamiento. En efecto, ¿cómo
puede haber crimental si cada concepto se expresa claramente con una sola
palabra, una palabra cuyo significado esté decidido rigurosamente y con todos
sus significados secundarios eliminados y olvidados para siempre? Y en la
onceava edición nos acercamos a ese ideal, pero su perfeccionamiento continuará
mucho después de que tú y yo hayamos muerto. Cada año habrá menos palabras y el
radio de acción de la conciencia será cada vez más pequeño. Por supuesto,
tampoco ahora hay justificación alguna para cometer un crimen por el
pensamiento. Sólo es cuestión de autodisciplina, de control de la realidad.
Pero llegará un día en que ni esto será preciso. La revolución será completa
cuando la lengua sea perfecta. Neolengua es Ingsoc e Ingsoc es neolengua
—añadió con una satisfacción mística—. ¿No se te ha ocurrido pensar, Winston,
que lo más tarde hacia el año 2050, ni un solo ser humano podrá entender una
conversación como ésta que ahora sostenemos?
—Excepto… —empezó a decir Winston, dubitativo, pero se
interrumpió alarmado.
Había estado a punto de decir «excepto los proles»;
pero no estaba muy seguro de que esta observación fuera muy ortodoxa. Sin
embargo, Syme adivinó lo que iba a decir.
—Los proles no son seres humanos —dijo—. Hacia el
2050, quizá antes, habrá desaparecido todo conocimiento efectivo del viejo
idioma. Toda la literatura del pasado habrá sido destruida. Chaucer,
Shakespeare, Milton, Byron… sólo existirán en versiones neolingüísticas, no
sólo transformados en algo muy diferente, sino convertidos en lo contrario de
lo que eran. Incluso la literatura del Partido cambiará; hasta los slogans
serán otros. ¿Cómo vas a tener un slogan como el de «la libertad es la
esclavitud» cuando el concepto de libertad no exista? Todo el clima del pensamiento
será distinto. En realidad, no habrá pensamiento en el sentido en que ahora lo
entendemos. La ortodoxia significa no pensar, no necesitar el pensamiento.
Nuestra ortodoxia es la inconsciencia.
De pronto tuvo Winston la profunda convicción de que
uno de aquellos días vaporizarían a Syme. Es demasiado inteligente. Lo ve todo
con demasiada claridad y habla con demasiada sencillez. Al Partido no le gustan
estas gentes. Cualquier día desaparecerá. Lo lleva escrito en la cara.
martes, 3 de diciembre de 2013
EL FRANCOTIRADOR PACIENTE
Arturo Pérez-Reverte.
"Siempre tienen que ser carísimos y de diseño, mejicanos, peruanos o japoneses. Estos últimos le gustan mucho porque le dan ocasión de encargar sushis y sashimis con nombres exóticos y mostrarse hábil manejando los palillos -yo siempre pido un tenedor- mientrs te explica la diferencia entre el pescado crudo cortado a la manera de Okinawa y la de Hokkaido. O algo así. Eso seduce a las mujeres, (...) Me refiero a cierta clase de mujeres".
"Había gente tras el cristal de los bares con ordenador portátil y café en vaso de plástico -detesto esos lugares absurdo donde debes llevar tú la consumición a la mesa-, parejas homosexuales que paseaban cogidas de la mano y dependientas de tiendas de ropa fumando en la puerto como furcias futuristas, de nueva generación. Tomo muy correcto y muy trendy. Muy de foto para el dominical en coloer de El País. (...) Contribuyen a dar tono, como los carteles outlet que sustituyen por todas partes al tradicional de rebajas".
"Las chicas que crecen aprisa tienen los ojos tristes"
"El resplandor exterior, tamizado por los visillos, perfilaba el contorno de su cuerpo sobre la cama cuyas sábanas, todavía revueltas y arrugadas, olían a mí y a ella del mismo modo que olían mis labios, mi sexo y mis manos. A nuestra carne, nuestra saliva y nuestra fatiga".
"Tengo la impresión de que usted está mal acostumbrado...¿Tanto tiempo hace que nadie lo manda a tomar por culo?"
"El ser humano pasa la mayor parte de su vida buscando pretextos para atenuar el remordimiento propio. Para borrar claudicaciones y compromisos. Necesita la infamia ajena para sentirse menos infame. Eso explica el recelo, la incomodidad, incluso el rencor suscitados por quienes no transigen".
"La excitación intelectual, la tensión física, el desafío a tu propia seguridad, el miedo dominado por la voluntad, el control de sensaciones y emociones, la inmensa euforia de moverse en la noche, en el peligro, transgrediendo cuanto de ordenado el mundo establecía, o pretendía establecer. Moviéndote con sigilo de soldado en los estrechos márgenes del desastre. En el filo incierto de la navaja".
"También vi una sonrisa de las que hace falta tener dos veces veinte años para que la vida te la defina en la boca y en la mirada".
"El arte sólo sirve cuando tiene que ver con la vida -dijo-. Para expresarla o explicarla".
Arturo Pérez-Reverte.
"Siempre tienen que ser carísimos y de diseño, mejicanos, peruanos o japoneses. Estos últimos le gustan mucho porque le dan ocasión de encargar sushis y sashimis con nombres exóticos y mostrarse hábil manejando los palillos -yo siempre pido un tenedor- mientrs te explica la diferencia entre el pescado crudo cortado a la manera de Okinawa y la de Hokkaido. O algo así. Eso seduce a las mujeres, (...) Me refiero a cierta clase de mujeres".
"Había gente tras el cristal de los bares con ordenador portátil y café en vaso de plástico -detesto esos lugares absurdo donde debes llevar tú la consumición a la mesa-, parejas homosexuales que paseaban cogidas de la mano y dependientas de tiendas de ropa fumando en la puerto como furcias futuristas, de nueva generación. Tomo muy correcto y muy trendy. Muy de foto para el dominical en coloer de El País. (...) Contribuyen a dar tono, como los carteles outlet que sustituyen por todas partes al tradicional de rebajas".
"Las chicas que crecen aprisa tienen los ojos tristes"
"El resplandor exterior, tamizado por los visillos, perfilaba el contorno de su cuerpo sobre la cama cuyas sábanas, todavía revueltas y arrugadas, olían a mí y a ella del mismo modo que olían mis labios, mi sexo y mis manos. A nuestra carne, nuestra saliva y nuestra fatiga".
"Tengo la impresión de que usted está mal acostumbrado...¿Tanto tiempo hace que nadie lo manda a tomar por culo?"
"El ser humano pasa la mayor parte de su vida buscando pretextos para atenuar el remordimiento propio. Para borrar claudicaciones y compromisos. Necesita la infamia ajena para sentirse menos infame. Eso explica el recelo, la incomodidad, incluso el rencor suscitados por quienes no transigen".
"La excitación intelectual, la tensión física, el desafío a tu propia seguridad, el miedo dominado por la voluntad, el control de sensaciones y emociones, la inmensa euforia de moverse en la noche, en el peligro, transgrediendo cuanto de ordenado el mundo establecía, o pretendía establecer. Moviéndote con sigilo de soldado en los estrechos márgenes del desastre. En el filo incierto de la navaja".
"También vi una sonrisa de las que hace falta tener dos veces veinte años para que la vida te la defina en la boca y en la mirada".
"El arte sólo sirve cuando tiene que ver con la vida -dijo-. Para expresarla o explicarla".
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