El Pritzker ha vuelto a premiar a un solitario. El jurado lo ha descrito como un "creador de lugares más que de simples edificios", pero Peter Zumthor (Basilea, 1943) fue ebanista antes que arquitecto. Y esa huella está presente en todos sus edificios. Incluso en los que no son de madera. Hijo de carpintero, estudió diseño en el Pratt Institute de Nueva York antes de convertirse en arquitecto. Allí quedó fascinado por el movimiento moderno. Y decidió reparar sus errores: incorporarle calidad. Y calidez.
Con ese equipaje, desde un puesto de encargado de preservar los monumentos históricos, y con la voluntad de cuajar una relectura de los métodos constructivos y los materiales tradicionales, con 46 años Zumthor firmó la Capilla de San Benedicto en el valle del Rhin. Corría 1989 y la imagen en blanco y negro de ese diminuto edificio le valió al ermitaño fama mundial. Aparecía un arquitecto más artesano que intelectual. Continuó trabajando sin apenas salir de su pueblo, Haldenstein, donde ha criado a sus tres hijos. Y siete años después volvió a mover ficha. Para entonces el carpintero suizo -él mismo declaró a EL PAÍS: "Sólo soy un carpintero que dice la verdad"- construyó con piedra.
http://www.elpais.com/articulo/cultura/Pritzker/premia/autenticidad/elpepucul/20090413elpepicul_1/Tes
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