viernes, 16 de junio de 2023

Púa. Lorenzo Silva

Circunstancia común a los dos enfermos varones de mi trinidad particular era el arrebato amoroso por mujeres que siempre estaban fuera de su alcance, a las que nunca podían poseer y que pasaban por sus vidas como esas muchachas que si acaso uno roza durante un instante en sueños, para comprender al despertar que el interludio onírico no tenía otro objeto que ayudarle a ser consciente que la afrenta que representa vivir privado de ellas.


… porque nada une más a los seres humanos que compartir el sacrificio y el afán de resistir la dificultad y prevalecer sobre ella.


- A veces… no es mejor sobrevivir.

- No puedo estar de acuerdo. Para eso habría que saber cómo sienta morirse, y eso sólo lo averigua quien después ya no puede contarlo.


Las palabras distraen, por lo general poco o nada concluyen y exponen a quien las pronuncia a cometer deslices semánticos que acaban siendo resbalones tácticos y morales. El silencio, en cambio, despierta la atención, rubrica los empeños y cincela con precisión los contornos de las cosas.


Las cosas que caen por su propio peso tienen la virtud de empujar a los humanos a la conducta, rara en ellos, de concertar sus voluntades sin necesidad de forzarlas. 


Nadie conoce del todo a nadie hasta que no le da la oportunidad de traicionar su confianza. 


Es lo más insultante de la juventud, para quien ya la ha perdido: que su descuido aventaje de esa manera al más laborioso de los cuidados que el hombre o la mujer de edad puedan aplica a su apariencia. Que certifique con tanta crudeza lo ridículo que resulta acicalarse, o ir mucho más allá de mantener una mínima higiene, cuando ya se ha extinguido ese resplandor fugaz.

jueves, 8 de junio de 2023

El Domingo de las Madres. Graham Swift.

 ¿Puede uno mirarse en un espejo y ver a alguien distinto? ¿Puede uno atravesar un espejo y ser otra persona?