martes, 19 de octubre de 2021

En el jardín del ogro. Leila Slimani.

Le vendría bien sin duda parar ya, antes de que se desmorone su vida, antes de que se imponga la edad y le abandonen las fuerzas. Antes de convertirse en alguien que inspire lástima, antes de perder la magia y la dignidad.

Cuando los hombres hacen el amor, se miran el pene. Se apoyan en sus brazos, se asoman y observan como penetra en la mujer. Se aseguran de que funciona. Durante unos segundos, aprecian ese vaivén, se alegran quizá de ese mecanismo tan sencillo y eficaz. Adèle sabe también que esa autocontemplación, ese regreso a uno mismo, implica cierta forma de excitación. Y que no solo observan su propio sexo, sino también el de ella.

La crueldad de los que se saben queridos.