miércoles, 17 de febrero de 2021

El Laberinto de los Espíritus. Carlos Ruiz Zafón.

"Las certezas reconfortan, pero sólo se aprende dudando."

"Con el tiempo, incluso los malos recuerdos se disfrazan de blanco."

"El escenario y la prosodia de las formas desprendían aquel aire opresivo y excluyente de las instituciones dedicadas a la alquimia monetaria, recordando al visitante en todo momento que aunque creyese estar dentro, en realidad siempre estaría fuera"

"Un hombre se deja la vida escribiendo y al poco nadie recuerda sus palabras… La literatura es una amante cruel que olvida con facilidad"

"La mayoría de los mortales nunca llegamos a conocer nuestro verdadero destino; simplemente somos atropellados por él. Para cuando levantamos la cabeza y lo vemos alejarse por la carretera ya es tarde, y el resto del camino lo tenemos que hacer por la cuneta de aquello que los soñadores llaman la madurez. La esperanza no es más que la fe de que ese momento no haya llegado todavía, de que acertemos a ver nuestro verdadero destino cuando se acerque y podamos saltar a bordo antes de que la oportunidad de ser nosotros mismos se desvanezca para siempre y nos condene a vivir de vacío, añorando lo que debió ser y nunca fue."

"Sabía que una guerra civil nunca es una, sino un amasijo de pequeñas o grandes luchas enquistadas entre sí."

"el único pecado que no se perdona en España es el de no tomar bando y resistirse a unirse a un rebaño u otro. Y donde hay rebaños de borregos siempre aparecen lobos hambrientos."

"Uno no se da cuenta del vacío en el que ha dejado pasar el tiempo hasta que vive de verdad."

"Una historia es un laberinto infinito de palabras, imágenes y espíritus conjurados para desvelarnos la verdad invisible sobre nosotros mismos. Una historia es, en definitiva, una conversación entre quien la narra y quien la escucha, y un narrador solo puede contar hasta donde le llega el oficio y un lector solo puede leer hasta donde lleva escrito en el alma. Esa es la regla maestra que sostiene todo artificio de papel y tinta, porque cuando se apagan las luces, se silencia la música y se vacía el patio de butacas, lo único que importa es el espejismo que ha quedado grabado en el teatro de la imaginación que alberga todo lector en su mente. Eso y la esperanza que todo hacedor de cuentos lleva dentro: que el lector haya abierto su corazón a alguna de sus criaturas de papel y le haya entregado algo de sí mismo para hacerla inmortal, aunque solo sea por unos minutos."